Coffee Break - Cinescuela

Pelicula
La hora del café
¿Qué significa la rutina?
Coffee break es un corto de animación tan sencillo como profundo. La historia tiene lugar solo en la sala de la cafetería de una oficina que se halla en el piso alto de una gran edificio de una bulliciosa ciudad. Allí todos los días a las cuatro de la tarde, los oficinistas van a tomar el café. Pero quienes trabajan allí, siempre vestidos de corbata y zapatos de cuero, son unos seres especiales con cuerpo humano y cabeza de animal. El protagonista es un joven ciervo, pero con el laboran el koala, el caballo, el perro, el búho y un desagradable pez globo entre otros.
No sabemos a qué se dedican estos oficinistas, ni a qué dedican específicamente su actividad laboral, pero el cortometraje narra de manera sencilla y simbólica el transcurrir de la rutinaria vida del protagonista. El ciervo pasa por distintos momentos emocionales, siempre determinados por la convivencia con sus compañeros de trabajo. Parece nunca mirar más allá de su espacio inmediato, al mismo tiempo que su vida pareciera que gira en torno de las situaciones que allí tienen lugar.
En un principio parece conforme y satisfecho de su vida en ese lugar. Incluso un día, por azar encuentra en la sala del café una joven jirafa, con quien tiene un breve pero intenso romance que se interrumpe abruptamente por cuenta de terceros. Desde allí empieza el bajón anímico del ciervo que no desaparecerá hasta el fin de sus días laborales. Así, ya maduro, empieza a sentir una pesadumbre que lo lleva a refugiarse en el licor, a sentirse insignificante para los demás e incluso llega a pensar en el suicidio. No obstante, cuando por fin se retira del trabajo, y su cuerpo expresa su desazón con la vida, quizás encuentre una nueva oportunidad.
Actividades complementarias
La vida en la oficina
¿Cómo es el día a día?
Aunque este cortometraje se destaca por su singularidad, podemos señalar algunos aspectos destacados sobre los que se apoya la narración, como son el tiempo, la rutina y los detalles. El paso del tiempo se percibe de distintas maneras: en primer lugar por la transformación corporal de los protagonistas, tiempo en el cual no solo cambian su apariencia física sino su forma de vestir. También hacia el final del cortometraje se introducen nuevas tendencias como las selfis o uso de audífonos que ubican la película temporalmente en nuestros días. Pero sobre todo, el paso del tiempo aletargado y sus consecuencias llevan poco a poco al protagonista a una depresión próxima del suicidio.
La rutina se refleja por medio no solo por el paso del tiempo en el reloj que señala el momento de la pausa, sino por el tipo de planos utilizados: un plano general que permite observar la totalidad de la sala y un primer plano del proceso para servir el café. Estos planos se repiten una y otra vez, como el pasar de los días en la oficina, pero de repente tenemos nuevas perspectivas que permiten hacer énfasis en las situaciones no usuales que en ocasiones tienen lugar en medio de la rutina.
Aunque el tipo de animación es a doce cuadros, se trata de una técnica muy simple, ofrecen detalles sutiles de la expresividad en los rostros o en la gestualidad corporal para que podamos reconocer los comportamientos y estados de ánimo de los personajes. Es fascinante como sólo con la mirada del ciervo o la disposición de sus brazos podemos advertir su timidez, o como la manera de fumar del caballo expresa su sobrades. Esta magistral forma de representar el comportamiento humano sin duda se apoya en un profundo análisis y estudio de los directores de la gestualidad y la expresividad para transmitir de manera muy sintética las características de los personajes, sin necesidad de subtítulos ni diálogos, aunque si de la entonación de las conversaciones ininteligibles de los personajes.
Actividades complementarias
Compañeros de trabajo
¿Cómo se identifica a alguien a simple vista?
Un joven ciervo, delgado, vanidoso, con insípidos cuernos, un tanto tímido, con el pasar de los años y los desengaños durante su rutinaria vida, se convierte en un ya viejo, triste, cornudo y grueso ser. El protagonista de Coffee break, convive en su lugar de trabajo, una sombría oficina ubicada en un piso alto de un edificio, con otros seres animales-personajes, con quienes tiene diferentes tipos de relaciones, que de una u otra forma reflejan aspectos de la vida laboral.
Por ejemplo, a fuerza de compartir la rutina, Ciervo se hace amigo de Koala. Se divierten viendo fútbol en el celular y luego el Koala lo acompaña en su pena. O quizás se acompañan en sus penas. Este cortometraje deja abierta la posibilidad de que el espectador intuya, según sus propias percepciones, las personalidades de los diferentes personajes.
El jefe es ni más ni menos que el pez globo que, como el animal, se infla para amedrentar a sus enemigos. En este caso, para llamar la atención a sus subalternos. Es tan desagradable su expresión como la textura de su piel. Quizás utilizando su poder, seduce a la Jirafa que alguna vez compartió amorosamente con Ciervo, y se pavonea con ella a su lado mientras el desconsolado ciervo observa resignado.
Hay otros animales-personajes, que por su forma de vestir o por su comportamiento corporal, como el caballo, dejan entrever que tipo de sujetos son. Todos estos seres, personajes-animales, conviven durante años, y por sus comportamientos, forma de vestir y uso de tecnologías, como el celular, podemos señalar que son habitantes de nuestros días en cualquier lugar del mundo.
Actividades complementarias
Nunca es tarde
¿Cómo representar los sentimientos?
Es tan breve y precisa la historia que nos cuentan María Cristina Pérez y Mauricio Cuervo, directores del cortometraje, que a los espectadores les queda sobre todo una serie de preguntas, que cada uno podrá hacerse y responderse de acuerdo a su propia percepción. No obstante, es evidente la intención de los directores es cuestionarse sobre la rutina, la soledad, la falta de ilusiones, la amistad y los desengaños a partir del universo laboral de los oficinistas. El mundo, las dinamicas y las relaciones de trabajo, los desengaños y la falta de ilusiones, son las temáticas que aborda este sorprendente cortometraje animado. Nunca el espectador puede prever la escena siguiente, aunque a posteriori identifique claramente el sentido de la trama.
No podemos dejar de preguntarnos porque los directores eligen a los animales como protagonistas de esta historia y no personas si, se trata, precisamente de una historia relacionada con aspectos cotidianos de los seres humanos. Este no es un recurso novedoso, de hecho George Orwell lo utilizó para darle forma a su famosa novela Rebelión en la granja, así como Rudyard Kipling en El libro de las tierras vírgenes o Los cuentos de la selva de Horacio Quiroga. Todas ellas maravillosas obras literarias que reflexionan sobre la condición humana utilizando como personajes a los animales. Los directores de este maravilloso cortometraje utilizan también a los animales, para narrar una historia de vida corriente del mundo urbano de hoy, pero esta vez los creadores añaden a una propuesta estética un toque original: seres humanos con cabeza de animales.
En Coffee break sentimos junto con el paso de los años la tristeza, la alegría momentánea, el enamoramiento, la envidia y la angustia al borde del suicidio, que siente un ciervo que bien podría ser cualquier oficinista o ser humano de nuestros días, para quienes siempre puede haber una nueva oportunidad. Este maravilloso trabajo no en vano ha hecho parte de numerosos festivales internacionales.