Hacer una película no es (tan) caro

La industria cinematográfica mira siempre hacia delante en lo tecnológico. El tiempo y los avances han convertido a los efectos digitales sin precedentes de los 90 en antepasados, casi prehistóricos, de todo lo que vino después. Y lo mismo ocurrirá con los actuales gracias a la evolución de los programas, procesadores y máquinas utilizados para crear efectos digitales.
Unidades de procesamiento gráfico cada vez más potentes, programas libres y realidad virtual son algunos de los avances... hace veinte años, estas tecnologías “eran muy caras y limitadas a especialistas, pero se han ido democratizando”.
Aunque las grandes producciones seguirán asociadas a cifras millonarias, casi cualquier persona puede crear mundos virtuales, contenidos y secuencias con gestos o con la voz.
Descubrelo en el siguiente artículo de El Confidencial.
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